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En el marco de la Semana del Matrimonio que la Delegación de Familia y Vida de la archidiócesis ha organizado, el pasado jueves, 13 de febrero, en la víspera de san Valentín, las instalaciones de El Gusto, la empresa de inserción social de Cáritas Diocesana de Burgos, acogieron una velada muy especial para matrimonios. En un salón bellamente decorado, donde la cruz de Cristo y los corazones de Cáritas creaban un ambiente cálido y acogedor, 18 parejas se reunieron para celebrar el amor en torno a una cata de vinos de la D.O. Ribera del Arlanza.

 

Fernando y Raquel, junto a Laura y Jorge –los delegados de Familia y Vida–, fueron los encargados de presentar la velada, enmarcando la actividad como una oportunidad para reflexionar sobre el significado del amor en pareja utilizando el vino como hilo conductor, un elemento arraigado en nuestra cultura, en las Escrituras y en el Evangelio. Precisamente, el relato de las Bodas de Caná fue el eje central, entrelazando la lectura y la oración con la degustación de cada uno de los tres vinos seleccionados. Cada vino fue introducido con un fragmento del Evangelio y una canción, creando una atmósfera de recogimiento y celebración.

 

Ramiro, enólogo de la bodega Palacio de Lerma, y su ayudante Raquel, guiaron a los participantes a través de la cata con pasión y conocimiento. Ramiro supo transmitir su entusiasmo y amor por el mundo del vino, resaltando su importancia a lo largo de la historia y su profundo arraigo en nuestra cultura.

 

Los participantes tuvieron el placer de degustar tres excelentes caldos: Aire Norte, un blanco de uva albillo mayor, un homenaje al viento característico de Burgos; Rosarito, un rosado delicado, dedicado a la figura de la mujer; y Barbudo, un tinto complejo, resultado de la mezcla de diversas variedades de uva.

 

Para concluir la velada, los participantes compartieron una ronda de presentaciones y brindaron por su amor y por el compromiso de seguir creando encuentros y momentos que permitan crecer como pareja y como comunidad.

 

Esta cata de vinos fue mucho más que una simple degustación; fue una celebración del amor, la fe y la comunidad, en un ambiente de alegría y reflexión. Un evento para recordar y repetir.