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Cáritas Burgos ha convocado un acto público en la plaza de Santo Domingo de Guzmán de la capital este jueves, 27 de marzo, a las 19:00 horas, a la que invita a sumarse a trabajadoras y trabajadores domésticos, a los colectivos que los representan y a la ciudadanía en general. Desde 1988 se celebra el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar y, por primer año, la entidad de Iglesia se ha coordinado a nivel autonómico para visibilizar su trabajo en las once diócesis –las nueve provincias más Ciudad Rodrigo y Astorga–. El lema de la campaña, «El tiempo de ellas», hace referencia al trabajo silencioso y poco reconocido que desempeñan miles de mujeres en el ámbito doméstico, y su elemento central será un reloj de arena al que se dará la vuelta. En el acto se leerá un manifiesto y se escucharán dos testimonios de empleadas; además, habrá una campaña en redes sociales durante toda la semana, con declaraciones e imágenes de trabajadoras y empleadores.

Desde el año 2021, Cáritas Burgos ha asesorado a más de 1.560 familias sobre el empleo en el hogar, y ha realizado 617 inserciones laborales en este ámbito. Para el responsable del área de Intermediación en la capital, Ignacio García, «está aumentando la concienciación sobre el cumplimiento de los derechos, como el alta en la Seguridad Social, las vacaciones o el descanso, pero no siempre se valoran las condiciones de las empleadas, y parece que el tiempo que dedican no vale igual que el del resto de trabajadores».

Un sector marcado por la precariedad y la desigualdad

Las mujeres representan el 95% de los puestos de trabajo doméstico en España, según datos de la Seguridad Social de 2023, y el 45% son mujeres migrantes en situación regular. A esta realidad se suma un número significativo de trabajadoras en situación administrativa irregular, que no figuran en las estadísticas oficiales y cuya vulnerabilidad puede propiciar más abusos laborales.

Si bien en los últimos años se han producido avances importantes, como el acceso a la prestación por desempleo y el aumento del salario mínimo interprofesional, el incremento de los costes para las personas empleadoras no ha supuesto mayores medidas de apoyo por parte de la Administración. Las empleadas en régimen interno siguen afectadas por la precariedad, ya que muchas trabajan más de 40 horas semanales, con disponibilidad las 24 horas, descansos insuficientes y una compensación salarial inadecuada.

Reivindicaciones clave

Desde Cáritas se reclama la mejora de las condiciones de las internas, con la reducción de la jornada, la ampliación de los descansos y un reconocimiento salarial justo, y que la clasificación profesional distinga las tareas domésticas de las labores de cuidado personal en todo el sector. A las administraciones se pide que apoyen a los empleadores con incentivos similares a los de otros sectores económicos y una mayor vigilancia en el cumplimiento de los horarios, y a la sociedad, que reconozca el valor de este trabajo y asegure unas condiciones justas y dignas, con las políticas laborales inclusivas y equitativas por las que aboga Cáritas.