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Con la vista puesta en la Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND) que se celebra el próximo domingo, 19 de octubre, Obras Misionales Pontificias (OMP) de España ha entregado este viernes sus premios misioneros Beata Paulina Jaricot y Beato Paolo Manna. Este último ha recaído en el sacerdote Eloy Bueno de la Fuente, catedrático de Misionología en la Facultad de Teología del Norte de España, sede de Burgos.

 

Con este premio se distingue a personas o instituciones que se hayan comprometido en España en la sensibilización misionera y en su apoyo a los misioneros desde «la retaguardia». Este 2025, el reconocido por OMP ha sido el profesor Bueno, que fue enviado a Roma a aprender Misionología y que, a lo largo de su dilatada trayectoria, ha realizado una aportación teológica muy importante para entender la identidad misionera de la Iglesia.

 

«La perspectiva de la misión ilumina toda la Teología, penetra el quehacer de la Iglesia», ha explicado el sacerdote del presbiterio de Burgos. Sin embargo, el matiz ad gentes no siempre está suficientemente subrayado. «Si todo cristiano tiene que mirar a la realidad con la mirada de Dios, esta es universal. Por ello, no puede haber un cristiano que no tenga esa visión de ‘hasta los confines de la Tierra’ en todo lo que hace: rezar el Rosario, la Eucaristía». Bueno de la Fuente también ha definido a los misioneros como «mensaje cristiano hecho biografía», que «encarnan el Evangelio», y por ello su testimonio contagia.

 

Durante la gala, presentada por José Luis Pérez, periodista de TRECE, los premiados han recibido un galardón con la figura de un cangrejo que porta una cruz, en alusión a una conocida anécdota de san Francisco Javier, patrono de las misiones. Él lanzó su crucifijo desde una barca al mar para aplacar una tormenta. Al día siguiente, en la playa, un cangrejo sacó el crucifijo del mar con sus pinzas, en una imagen que representa la confianza y tenacidad de los misioneros.

 

El premio Beata Paulina Jaricot, para una misionera

El premio Beata Paulina Jaricot, que tiene el nombre de la fundadora del Domund, distingue a misioneros que hayan destacado especialmente por su entrega. Este 2025, OMP ha otorgado este premio a la hermana Julia Aguiar, hermana franciscana misionera de la Madre del Divino Pastor, misionera en Benín y médico. Allí dirige el centro de salud Gbémontin («donde se encuentra la vida»). Su trabajo ha sido esencial para diagnosticar y curar la enfermedad de la Úlcera de Buruli.

 

Llegado desde Roma, el padre Anh Nhue, secretario general de la Pontificia Unión Misional, ha querido dar la enhorabuena a los premiados de parte de Obras Misionales Pontificias internacional. Vietnamita de nacimiento, ha aprovechado la oportunidad para agradecer a los misioneros -en gran medida españoles-, que llevaron la fe a Vietnam. «Ustedes pueden ver en mi el fruto de los misioneros», ha afirmado. Ha agradecido a los obispos españoles por la estrecha colaboración con las misiones, y a todos los españoles por el cariño y generosidad con los misioneros. «Espero que el Domund de este domingo sea un momento jubilar para todos», ha concluido.

El obispo auxiliar de Madrid, monseñor Vicente Martín, ha despedido el acto invitando a todos a llevar la esperanza a un mundo lleno de desasosiego. «No es que ‘tengamos’ una misión, sino que ‘somos’ una misión».