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El fin de semana de los días 8 y 9 de marzo de 2025, la Unidad Pastoral de Ubierna recibió con alegría la visita pastoral del arzobispo, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa. Dos jornadas intensas de encuentro, oración y reflexión que nos permitieron profundizar en la realidad de nuestras parroquias, sus retos pastorales y el camino a seguir en comunión con toda la Iglesia de la archidiócesis de Burgos.

 

Un primer día de escucha y cercanía

La visita comenzó el sábado por la tarde a las 17:00h. en Quintanilla Vivar, en el salón de usos múltiples y centro cultural de la localidad, con una reunión personal entre don Mario y los sacerdotes que atienden la Unidad Pastoral: José Luis Guijarro, párroco moderador; José Luis Pascual, párroco; Enrique Díez, diácono permanente; y Javier M. Moradillo, sacerdote jubilado que colabora en la pastoral. Este encuentro personal con cada uno permitió ver la situación actual de la unidad. Don Mario animó a los sacerdotes a seguir trabajando con creatividad y espíritu de comunión, buscando nuevas formas de evangelización y fortalecimiento de la vida parroquial.

 

A continuación, a las 18:00h. tuvo lugar un encuentro con los niños de catequesis, sus padres y catequistas. También con las catequesis de adultos y la del grupo de estudio, meditación y lectura de la Biblia. Tras una breve presentación, don Mario ofreció una valoración del entorno de las parroquias y la necesidad de adaptarse a la nueva realidad social y pastoral, marcadas por la dispersión territorial, la escasez de sacerdotes y los cambios en los hábitos de vida de los fieles, cada vez más vinculados a la ciudad durante la semana. Subrayó cómo las comunidades cristianas en los pueblos han de seguir siendo referencia de fe y acogida, aunque los desafíos actuales exijan una pastoral más flexible e integradora.

 

Uno de los momentos más emotivos de la jornada fue el diálogo con los niños y jóvenes que se preparan para la Primera Comunión y la Confirmación. En un clima distendido y cercano, el arzobispo los animó a vivir su fe con alegría y a profundizar en su relación con Jesús, recordándoles que la Iglesia es una gran familia en la que todos tienen un lugar. Le llamó la atención la buena preparación que los confirmandos han tenido.

 

La jornada del sábado concluyó en Sotopalacios con la celebración de la Eucaristía en la iglesia de Nuestra Señora de Acorro, en la que se administró el sacramento de la Confirmación a dos jóvenes: Raúl y Aarón. La liturgia fue vivida con gran participación por parte de la comunidad, y en su homilía, don Mario recordó el significado de la visita pastoral como un tiempo de renovación y comunión con la Iglesia dela archidiócesis. También explicó el sentido profundo del sacramento de la Confirmación y, al ser el primer domingo de Cuaresma, reflexionó sobre las tentaciones de Jesús en el desierto y cómo podemos vencer las pruebas y desafíos de nuestra vida cristiana.

 

Encuentro con los alcaldes y agentes pastorales

El domingo 9 de marzo a las 11:30, primer domingo de Cuaresma, la jornada comenzó en la iglesia de Rioseras con un encuentro entre don Mario, los alcaldes de los distintos pueblos de la Unidad Pastoral de Ubierna y los agentes de pastoral de cada comunidad. En este espacio de diálogo, el arzobispo destacó cuatro aspectos fundamentales para el futuro de la Unidad Pastoral: En primer lugar, la comunión entre todos; D. Mario insistió en la importancia de trabajar juntos, sacerdotes y laicos, para fortalecer la vida cristiana en los pueblos, fomentando la corresponsabilidad y la unidad. En segundo, el patrimonio cultural; el arzobispo subrayó la riqueza de los templos y bienes eclesiales, llamando a su mantenimiento y conservación como testimonio de la fe de generaciones pasadas y presente. En tercer lugar, la koinonía (comunión y fraternidad); invitando a vivir una comunidad cristiana más unida, la labor de Cáritas, donde todos se sientan acogidos y corresponsables en la misión evangelizadora, y de manera especial de los más pobres. También destacó la importancia del voluntariado en sus diferentes formas. Por último, pero no menos importante, la evangelización; D. Mario enfatizó la necesidad de seguir anunciando el Evangelio con nuevas formas y adaptándonos a la realidad de cada parroquia.

 

Uno de los puntos centrales del encuentro fue la propuesta de crear un Consejo Pastoral para toda la Unidad, que permita coordinar mejor las acciones pastorales y reflejar la situación concreta de cada parroquia. Este órgano ayudaría a establecer líneas de actuación comunes y a fortalecer la atención a todas las comunidades de la Unidad Pastoral de Ubierna.

 

Tras un fructífero diálogo fraterno, la jornada continuó con la celebración de la Eucaristía dominical, a las 12:30h. donde, una vez más, don Mario centró su homilía en las tentaciones de Jesús en el desierto y en la manera en que podemos afrontarlas en nuestro día a día.

 

Para cerrar la visita pastoral, todos los participantes compartieron un ágape fraterno, en el que los fieles de la Unidad Pastoral de Ubierna tuvieron la oportunidad de saludar personalmente a don Mario y agradecerle su cercanía y dedicación.

 

Una visita que deja huella

A pesar del clima adverso, con lluvia, nubes y viento a lo largo del fin de semana, la visita pastoral estuvo marcada por un ambiente cálido de acogida y fraternidad. En cada uno de los momentos compartidos, se evidenció el deseo de fortalecer la vida cristiana en la Unidad Pastoral de Ubierna, adaptándose a las nuevas circunstancias, pero sin perder la esencia de la comunidad eclesial.

 

Como recuerdo de esta visita, en cada uno de los encuentros se tomaron varias fotografías de grupo, inmortalizando los momentos vividos junto a nuestro arzobispo.