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Dentro del marco de la visita pastoral que el arzobispo de Burgos está realizando al arciprestazgo de Burgos-Gamonal durante este curso, el pasado jueves, 14 y domingo, 17 de marzo se acercó hasta la parroquia de San Juan Evangelista. Como estaba previsto, a las 18:00h Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa llegó a la parroquia, acompañado de Julio Alonso, vicario territorial y secretario diocesano de la visita pastoral. En un primer momento, el arzobispo se reunió con el párroco, Gabriel Cob, para tener un encuentro fraterno con él.

Tras este encuentro mantuvo una reunión con el Consejo Pastoral Parroquial y el Consejo de Economía donde pudo conocer, de la mano de uno de sus miembros, la situación del barrio y de la parroquia, así como al resto de personas que los conforman, que tuvieron ocasión de manifestarle las actividades, preocupaciones, retos y desafíos, en torno al lema de este curso Nos une el corazón. También se pusieron en conocimiento del arzobispo las cuentas y datos económicos de esta parroquia.

A eso de las 19:00h, Mons. Iceta se reunió con todos los agentes de los grupos parroquiales que hasta allí se acercaron. Fue un diálogo fraterno en el que tres miembros de la parroquia expusieron los detalles de la realidad de la parroquia y la programación, incidiendo en tres dimensiones del Plan Pastoral Diocesano: suscitar y renovar el encuentro con Jesús, hacer misioneras las comunidades y hacer presente en el mundo el Reino de Dios.

Tras esta exposición, el arzobispo dirigió unas palabras de ánimo a los presentes, con las que les invitó a continuar en la tarea de construir comunidad en medio del barrio y a perder el miedo a salir al encuentro de la gente para llevarles la buena noticia de Jesús. También incidió en la responsabilidad de los laicos como parte de su vocación y misión. Igualmente, en torno a la evangelización, animó a poner rostro a quienes evangelizan y a vivir la comunión aportando cada uno a la parroquia su misión y colaboración, para ser luz de las gentes; también en trabajo conjunto con otras comunidades. Después de unas preguntas planteadas por algunos asistentes, a las que dio respuesta, el encuentro terminó invocando a la Virgen.

La jornada del domingo comenzó en el salón de usos múltiples con el encuentro con padres y niños de catequesis junto a los catequistas. En él, una catequista y una madre compartieron con el arzobispo su experiencia personal en la labor de educadores en la fe de los niños de la comunidad parroquial, cada una desde su perspectiva, así como su proceso de crecimiento. A continuación, el arzobispo habló a las familias sobre su apasionante tarea de acompañar a los niños en la fe. Para ello sería conveniente, explicó crear un equipo de pastoral familiar en el que compartir la fe, además de las tareas y las estrategias para la educación de los niños. En un ambiente distendido, respondió algunas preguntas sobre su vida y cómo fue el proceso de su vocación.

Con una iglesia llena de fieles, Mons. Iceta presidió la misa estacional en la que recibieron el sacramento de la Confirmación un grupo de adolescentes. El coro de mayores y familias ayudó a vivir la liturgia de una manera más plena. Además de dirigirse a los confirmandos, recordó a toda la asamblea que han de entregarse como la semilla, porque el que se guarda para sí mismo se pierde, y el corazón está hecho para amar y darse.

Al final de la celebración los participantes compartieron un aperitivo, pero sobre todo un rato de tertulia familiar donde pudieron dialogar con Mons. Iceta de una manera más cercana y distendida, mientras él iba saludando a cada uno personalmente. No faltaron las fotos de las familias con el arzobispo. La visita concluyó con una comunidad agradecida por la cercanía y el conocimiento mutuo que ha brindado este encuentro.