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La parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en el arciprestazgo de Burgos-Gamonal, acaba de recibir a comienzos de diciembre la visita pastoral del arzobispo, Mons. Mario Iceta. La visita ha comenzado en la residencia de mayores «Real y Antigua», a la que ha sido acompañado por el vicario territorial, Julio Alonso; el párroco, Lucinio Ramos; y su secretario particular, Carlos Azcona. Allí ha sido recibido por su director, Juan Carlos, y todo el personal del centro. A continuación, ha saludado a los residentes, en torno a 25, que se han alegrado con su visita. Mons. Iceta ha estrechado la mano de cada anciano, se ha interesado por su salud, y en un ambiente distendido y cordial les ha dado ánimo para vivir con esperanza esa etapa de su vida. Ha terminado cantando el Ave María y les ha impartido su bendición.

 

A continuación, se ha dirigido al IES Pintor Luis Sáez, fue recibido amablemente por su director, José Antonio Virumbrales y, acompañado de Eva, profesora de Religión en el centro, ha visitado una clase en la que se hallaban presentes los alumnos de dos cursos: 1º de ESO y 1º de Bachillerato. Después de un breve saludo, les ha hablado sobre la figura del obispo en la Iglesia, destacando «la sucesión apostólica y su ministerio de pastor». Los alumnos le han hecho múltiples preguntas: de dónde es, cómo fue su vocación, los estudios que había realizado, sus aficiones… Antes de finalizar, el arzobispo les ha lanzado un interrogante sobre el futuro de su vida, dejándoles un mensaje vocacional: «si Dios te llama a la vida consagrada, al sacerdocio, no rechaces su invitación».

 

La mañana ha terminado en el Grupo de Comunicación Promecal, donde ha sido recibido por su presidente, Antonio Miguel Méndez Pozo, y otros directivos —entre ellos, el consejero delegado del Grupo, Gregorio Méndez Ordóñez; o Álvaro Melcón, director de Diario de Burgos. Le han explicado la actividad que allí se realiza, que es enorme, pudiendo saludar a periodistas y otros empleados de este Grupo. Incluso, ha tenido la oportunidad de participar en directo en el programa de la mañana de Onda Cero, siendo entrevistado por su director, Gerardo de Mateo.

 

Ya por la tarde, el arzobispo ha mantenido una entrevista personal con los sacerdotes que se encuentran al frente de la parroquia, Lucinio Ramos y Félix Diez. También ha participado en la reunión del Consejo Pastoral, en el que se encuentran representantes de las diversas realidades de la parroquia, y ha concluido con una asamblea en la que han participado todos los grupos pastorales, que le han ido presentando la realidad que cada grupo vive. Ha sido un encuentro que ha durado más de hora y media, y en el que Mons. Iceta ha encomendado a todos a trabajar, especialmente, en la pastoral de la familia y en la formación de los catequistas.

 

La visita ha continuado en una segunda jornada, dominical, en la que el arzobispo ha tenido una reunión con los padres de los niños de la catequesis parroquial. Ha aprovechado para hablarles del valor de la familia, sin orillar los problemas que atraviesa actualmente. Posteriormente, ha pasado por los grupos de niños de catequesis, y se ha detenido, especialmente, con los que iban a ser confirmados en la Misa Estacional. Son ocho adolescentes los que han completado su iniciación cristiana.

 

En su homilía, ha comentado la oración colecta y las lecturas del primer domingo de Adviento, dejándonos estas claves para vivir nuestra vida cristiana: «tenemos que desear profundamente a Dios, sabiendo que nadie ha hecho tanto por nosotros como Él. Hemos de aprender a mirar, sin distraernos, dándonos cuenta que el Señor viene en cada en cada persona y en cada acontecimiento. Que nada nos impida vivir en la paz y la esperanza de saber que desde hace más de 2000 años Cristo habita en medio de nosotros, y que cada día nos sostiene con su amor, con su gracia, con su Cuerpo y Sangre», afirmó Mons. Iceta en la homilía.

 

Finalizada la misa, ha compartido con toda la parroquia un aperitivo popular, donde ha sido despedido con la canción «Adiós con el corazón», y con muestras, por parte de los fieles, de un gran cariño hacia su padre y pastor.