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«El gran desafío es la pastoral vocacional. La pastoral juvenil debe ser sobre todo una pastoral vocacional», ha señalado el arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa, ante casi dos centenares de sacerdotes que han celebrado este viernes, 10 de mayo a su patrono, San Juan de Ávila. Lo han hecho durante la celebración de la misa, concelebrada por gran parte del presbiterio burgalés y por el arzobispo emérito, Mons. Fidel Herráez Vegas.

La celebración del patrono del clero secular español, organizada por la Vicaría para el Clero, ha comenzado pronto, a las 11:00h de la mañana, con una conferencia titulada La oración es el alma del sacerdote, que ha impartido el P. Inocencio Martín Vicente SJ en el Espacio Compañeros de Valentín Palencia del Seminario Diocesano de San José. En ella, el jesuita ha recordado a los sacerdotes diocesanos que «en el ejercicio del propio ministerio es donde tenéis que santificaros. El eje de la espiritualidad del presbítero es el propio ministerio. El rasgo central del perfil espiritual del presbítero está en la caridad pastoral». «La oración personal es importante. Jesús despachó a los apóstoles y a la gente para rezar. Hay que hacer tiempo para la oración personal. El modelo y la referencia deben ser Cristo orando solo», ha explicado.

Tras la conferencia, ha llegado el momento de conmemorar a los sacerdotes que este año celebran sus bodas sacerdotales de platino (70 años), diamante (60 años), oro (50 años) y plata (25 años). El vicario para el Clero, Miguel Ángel Díez Villalmanzo, ha ido llamando uno por uno a los homenajeados, con los que el arzobispo ha tenido unas palabras, un abrazo y a los que ha obsequiado con un pequeño detalle.

Tras el homenaje, los sacerdotes se han dirigido a la capilla mayor del Seminario, donde han concelebrado una solemne eucaristía. En su homilía, el arzobispo ha mostrado su «inmenso agradecimiento y gratitud» a los sacerdotes del presbiterio por su entrega y les ha orientado en la importancia de apostar por una pastoral vocacional fuerte. En ese sentido, les ha recordado que «el gran desafío es la pastoral vocacional. La pastoral juvenil debe ser sobre todo una pastoral vocacional», a la vez que les ha recordado que, este año, la archidiócesis «no ordenará ningún sacerdote nuevo, y enterraremos a 15 o 17 hermanos».

Mons. Iceta ha señalado cuatro palabras a la hora abordar esta pastoral vocacional con éxito. «’Suscitar’, porque hay muchos jóvenes y hay que aprender a reconocer los gestos y los signos de la vocación. ‘Proponer’, porque no hay que tener miedo. Si sois felices en vuestro ministerio, ¿cómo no vais a proponerlo? Y luego ‘discernir’ y ‘acompañar’ esas vocaciones. Es importante empezar por las familias, por los colegios…», ha dicho el arzobispo, para concluir su homilía recordando que «es fundamental orar por las vocaciones. Sin eucaristía no hay Iglesia, y sin sacerdotes no hay eucaristía».

Durante el ofertorio, como es tradición, los sacerdotes homenajeados han entregado al arzobispo una colecta destinada a las misiones burgalesas. En concreto, han sido 3.100 euros que irán destinados al vicariato apostólico de Puyo, cuyo obispo es el burgalés Mons. Rafael Cob García, que este año, además, está celebrando sus bodas de plata episcopales.

La celebración ha concluido con las palabras de uno de los homenajeados, Miguel García García, que ha agradecido a Dios por «todos los dones recibidos durante estos años de sacerdocio, y por perdonar nuestros pecados y faltas». «A pesar de todas las dificultades de las que hemos sido protagonistas, una cosa permanece meridianamente clara: volveríamos a empezar la ardiente aventura, y con más ardor si fuera posible», ha terminado.

Al concluir la misa, el arzobispo ha compartido una comida de fraternidad con los sacerdotes en el seminario para celebrar al patrón del clero secular español.

Sacerdotes jubilares

Los sacerdotes que han celebrado sus bodas de platino sacerdotales, al cumplir 70 años de la ordenación, son: Porfirio Castresana Sobera, Sebastián Fernández Cuesta, Miguel García García, Manuel Tobes Rojas y José Valdavida Lobo.

Los que han celebrado sus bodas de diamante sacerdotales, al cumplir 60 años de la ordenación, son: Clementino González González, Fernando Ibáñez Gómez, Jesús López Sobrino y Jesús Ruiz del Hoyo.

Los que han celebrado sus bodas de oro sacerdotales, al cumplir 50 años de la ordenación, son: Juan Álvarez Quevedo, José Alberto Esteban Delgado, Damián Estébanez Saiz, Ángel Gutiérrez Sebastián, Juan Javier Martínez Moradillo, Luis Jesús López Rivera y Jesús Barbero Mateo.

Los que han celebrado sus bodas de plata sacerdotales, al cumplir 25 años de la ordenación, son: Ricardo García García, Carlos Izquierdo Yusta y Miguel Ángel Moral Carcedo.