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Con el título «Ecología y religiones», los pasados 15 y 16 de mayo se han desarrollado las décimo quintas jornadas de diálogo cristiano musulmán, una propuesta que permite conocer a los miembros de ambas religiones algunas de las peculiaridades de la otra.

Las jornadas conjugaron en esta ocasión reflexiones teológicas y compartir de experiencias concretas en el campo del cuidado del planeta. Ambas tradiciones religiosas coinciden en concebir la tierra como «creación de Dios, templo de Dios, préstamo de las generaciones futuras, casa que debemos cuidar si queremos cuidarnos también a nosotros mismos», como explican desde la delegación de Pastoral de Migraciones. De hecho, el libro del Génesis, numerosas suras del Corán, el pensamiento de los papas desde Juan XXIII hasta Francisco, la ética musulmana… son motivos añadidos para buscar soluciones integrales, tanto personales como institucionales.

En la primera de las jornadas, Blanca Santamaría Pérez, directora del departamento de Ecología Integral de la archidiócesis, y Houssein El Ourariachi El Gharib, profesor universitario y presidente de la comunidad islámica Al-Umma de Puente de Vallecas, debatieron sobre la temática en la mezquita Attaqwa de Burgos.

La segunda sesión de estas jornadas contó con una visita a la Huerta Molinillo, guiada por Rafael Martínez Amor: una experiencia ya veterana, promovida por personas de Promoción Solidaria. Después, en el salón de Jesuitas, un panel de experiencias dio a conocer otras tres iniciativas. Raúl Rojo habló de la comunidad energética que han iniciado en el colegio La Salle, en el marco de una larga trayectoria como «Centro educativo sostenible» y «Centro educativo por el comercio justo». Mariam Blanca, de la asociación Nur Al-Umma, compartió una iniciativa de educación ecológica con los más pequeños de la mezquita Centro Islamico Attaqwa de Burgos a través de talleres y paseos, apoyados en frases del Corán y por los sermones del imán durante varios viernes. Por último, Rodrigo Zatón, de Cáritas, presentó la historia y la realidad actual de la empresa de inserción para reciclaje de ropa Moda-re.

Finalmente, en el paseo de la Quinta, y con la colaboración de la Fundación Oxígeno, se procedió a la plantación de un gran guindo (cerezo silvestre), que podrá crecer hasta los 15 metros, a la vez que se reflexionó y oró por la paz, pidiendo al Dios Creador que cesen las guerras y toda violencia.